Muchos padres llegan a la consulta y nos preguntan que si es malo respirar por la boca. En esta entrada vamos a mostrar las consecuencias y repercusiones que una respiración inadecuada puede tener en nuestros hijos.

En mi lugar, yo siempre respondo que en ciertos momentos es necesario respirar por la boca o tener una respiración mixta nasal/oral, como por ejemplo realizando actividades físicas y aeróbicas. Sin embargo, respirar por la boca siempre, puede ser perjudicial porque no es el órgano más adecuado para esa finalidad. La boca interviene principalmente en la articulación, la masticación, la deglución, etc. además, cuando estamos en reposo, la boca debe permanecer cerrada y con los labios relajados.

La respiración perfecta, que no es tan sencillo de conseguir, es aquella en la que el aire entra por las fosas nasales y el diafragma interviene para llenar profundamente los pulmones. Esta respiración se conoce como diafragmática o respiración costo-diafragmática. Tras la correcta oxigenación del organismo, el aire es expulsado por la nariz o por la boca.

Para saber si nuestro hijo es respirador bucal bastaría con observarle a menudo y fijarse en si habitualmente está con la boca abierta, de día e incluso de noche. Hay síntomas que nos pueden ayudar a corroborar nuestras sospechas: si por la mañana la almohada aparece manchada de baba, sequedad y agrietamiento en los labios y en la boca, mal aliento, etc.

A nivel orgánico, muscular y estructural el problema es mayor, podemos encontrar labios superiores acortados e inferiores evertidos, narinas muy cerradas, ojeras, dientes torcidos, mandíbulas poco desarrolladas, paladares estrechos u ojivales debido a la posición baja de la lengua y la entrada de aire por la boca en lugar de por la nariz, deficiente desarrollo de la zona media de la cara, posturas anormales (hombros caídos y echados hacia delante, cabeza adelantada respecto al eje corporal) como compensación al patrón respiratorio incorrecto, etc.

Pero aún hay más, quizá las consecuencias estructurales no os parezcan suficiente argumento para llevar a vuestro hijo al logopeda y comenzar a trabajar en un patrón respiratorio adecuado y un equilibrio estructural correcto. Las últimas investigaciones demuestran que el hecho de respirar por la boca de forma habitual afecta al descanso, a la calidad del sueño del niño y también disminuye las capacidades de atención, concentración, etc. Por esas cuestiones, el niño que respira por la boca puede levantarse cansado, con sueño y no conseguir los objetivos académicos que debería según el esfuerzo realizado.

Así que, desde ahora, analizad la respiración de vuestro hijo y acordaos de que esta puede afectar al desarrollo facial, el equilibrio estructural, el funcionamiento armónico del cuerpo y también a nivel cognitivo. Respirar es una función vital, respiremos correctamente.