Cuando nuestro hijo/a presenta una respiración oral y deglución atípica debemos consultar al profesional especializado en la rehabilitación de estas funciones: el Logopeda.

Entre los 6 y los 10 años, son frecuentes las consultas de odontología por paladar ojival, protrusión mandibular, apiñamiento dental y mordida abierta y/o cruzada. Pero ¿tienen estas deformaciones de la estructura  y de los músculos orofaciales algo que ver con un patrón respiratorio inadecuado o con una mala deglución o posicionamiento de la lengua en reposo? Y lo  que es más importante aún… ¿estamos capacitados como padres para saber si nuestro hijo respira por la boca y traga correctamente?

La respuesta a la primera pregunta es si. La respiración oral y deglución atípica afecta de forma negativa a mantener un equilibrio correcto en la estructura y musculatura bucal y facial. Básicamente, una explicación rápida podría ser que al tomar el aire siempre por la boca, las amígdalas aumentan de tamaño y ocupan un lugar que está destinado a la base de la lengua, por lo que esta se adelanta y ocupa un lugar inadecuado ejerciendo presiones que deformarán la dentición y la estructura. Además al no pasar la columna de aire por la nariz no ejerce presión contra el paladar duro y no baja, quedando estrecho, deformando la mordida y favoreciendo el apiñamiento dental.

Pero ¿esto qué quiere decir?

Primero que la ortodoncia puede modificar y arreglar estéticamente el problema de mordida, apiñamiento, giros dentales, paladar ojival, etc.               Sin embargo, si antes de cambiar la estructura, no corregimos la función, es decir, los patrones posturales inadecuados, el patrón respiratorio oral por uno nasal y enseñamos una deglución y un posicionamiento lingual correctos… ¿Estamos haciendo lo correcto? La respuesta es no. Si no restablecemos un equilibrio funcional orofacial y corregimos los patrones anómalos, lo mas probable es que se produzca una recidiva tras el tratamiento ortodóncico, es decir, que la respiración oral y la deglución atípica vuelvan a deformar dientes y mordida pasado un tiempo. Por lo que desde nuestro gabinete de Logopedia, aconsejamos siempre corregir las funciones y patrones inadecuados de nuestros hijos antes de someterse a tratamiento ortodóncico.

En cuanto a la segunda cuestión, podemos detectar desde casa una respiración oral y deglución atípica en nuestro hijo/a siempre que observemos:

  • Si tu hijo/a ronca de forma habitual (no solo cuando tiene catarro).
  • Si presenta otitis, amigdalitis y catarros recurrentes (varios al año).
  • Si por el día o por la noche observas que siempre o de forma muy habitual el niño tiene la boca abierta.
  • Si tiene muchas ojeras, ya que al respirar por la boca el aporte de oxígeno al cerebro es menor y el sueño no es del todo reparador.
  • Tiene sueño por la mañana y presenta un bajo rendimiento escolar.
  • Si observamos que ademas de tener la boca abierta tiende a sacar la lengua habitualmente, presenta exceso de babeo, etc.