Código Ictus:

Ocurre rápido, de repente. Aunque nos envía pequeñas señales. De pronto, una pierna no responde, no somos capaces de sonreír, ni de hablar, o sentimos un hormigueo en media parte del cuerpo, en media cara. Lo que nos ocurre de forma imprevisible, es que el flujo sanguíneo deja de llegar al cerebro y se pierden funciones que antes eran normales. Perdemos el habla, la vista, el equilibrio, o tal vez el movimiento de un brazo.

Miles de personas conocen de sobra estos síntomas, ya que ellos mismos o algún familiar cercano han sufrido la brusquedad con la que un Ictus irrumpe en tu vida y te la cambia en mayor o menor medida para siempre. Trombosis, embolia, infarto cerebral, hemorragia cerebral son sinónimos de Ictus. Una patología que encierra o engloba muchas enfermedades cerebrales diferentes y que afecta a un alto porcentaje de la población a partir de los 70 años. Esto no quiere decir que no se sucedan miles de casos de ACV antes de esa edad, e incluso que las cifras infantiles vayan en aumento.

Sin embargo, en la actualidad, cada vez que un paciente llega al hospital con una sintomatología sospechosa se activa el Código Ictus, que se encarga de ofrecer un acceso rápido para su atención y ofrece tratamientos adecuados a los afectados. Este conjunto de medidas hace que el pronóstico mejore y los daños se minimicen.

Ictus (Afasias)

Desde el Gabinete de Logopedia RMG no nos cansaremos de repetir los síntomas específicos que nos ofrecen pistas para identificar el Ictus: Dificultad repentina para hablar, para sonreír o comprender, asimetría en la cara, que se tuerza o paralice un lado de la cara, pérdida brusca de la fuerza en un lado del cuerpo, pérdida de la visión de un ojo o de ambos, inestabilidad o mareo y dolor de cabeza agudo y abrupto (de repente llega el peor dolor de cabeza de tu vida).

Ante una situación como esta, el consejo a seguir es llamar siempre al 112, donde nos atenderán profesionales instruidos para identificar si verdaderamente se trata de un accidente cerebrovascular y pondrán en marcha todo el proceso lo antes posible, ya que el tiempo de actuación es determinante para minimizar los daños cerebrales. Una vez en el hospital, se han desarrollado tecnologías y tratamientos que permiten, sobre todo en los Ictus isquémicos, reabrir la arteria afectada para que la sangre pueda volver a circular por ella hasta el área cerebral sin riego, con el objetivo de recuperarla.

Si haces click en el siguiente enlace podrás descargar una guía completa sobre los consejos y cuidados para pacientes con Ictus:

http://www.ardacea.es/files/A-CONSEJOS-Y-CUIDADOS-TRAS-UN-ICTUS.pdf