Gracias a los avances científicos, conocemos cuando puede estar preparado el cerebro para aprender ciertas cosas (la lectoescritura) y cuando no lo está por falta de maduración. Los tiempos de maduración varían en cada persona, sin embargo, nuestro sistema educativo tiende a homogeneizar y adelantar (forzar) aprendizajes como el de la lectoescritura. Uno de los datos que se conoce con objetividad, es que el cerebro no está preparado para el aprendizaje de la lectoescritura hasta los 7 años de edad. Por este motivo, habrá niños que sufran durante el proceso de aprendizaje de la lectura en la Etapa de Infantil y Primer ciclo de Primaria, ya que estamos forzando un proceso para el cual muchos de ellos aún no están preparados.

Desconozco en qué momento nos surgió la «prisa» por adelantar este proceso, ya que no existe ninguna investigación que demuestre que los niños que son capaces de leer a los 5 años van a obtener mejores resultados a largo plazo que los que aprendieron a los 6 o a los 7. Si que es verdad, que algunos niños pueden tener cierta curiosidad y facilidad desde edades tempranas para la lectura, pero no suele ser lo habitual. Por norma general, a estas edades no se interesan de forma natural por el aprendizaje de la lectoescritura, y esto se traduce en una presión, que en muchos casos, conduce a la desmotivación y frustración. «Y lo que no motiva, es muy difícil que se aprenda de una forma significativa».

De hecho, esta aceleración antinatural del proceso de lectoescritura ocupa muchas horas de aprendizaje para desarrollar destrezas para las que aún no están maduros, en detrimento de otros aprendizajes (valores, razonamiento lógico, etc.) para los que sí están preparados y que pasan a un segundo plano. Y no podemos obviar que este aprendizaje temprano de la lectoescritura está generando una serie de etiquetas (de «vago», «lento», «tonto», etc.) que muchos niños arrastrarán más tiempo del que nos creemos de una forma totalmente injusta.

 

 

La lectoescritura

 

 

Todos sabemos por las noticias, que en muchos países de Europa, como en Alemania o Finlandia entre otros, ya se contempla que los alumnos comiencen el aprendizaje de la lectoescritura a partir de los 7 años y no obtienen peores resultados por eso en las pruebas de evaluación de lectoescritura y comprensión posteriores.

La Etapa de Infantil debe ser una «aproximación a la lectoescritura» (según la legislación actual), es decir, presentarla de una forma atractiva, realizar actividades divertidas y manipulativas con letras, escuchar y contar cuentos, tener muchos libros interesantes al alcance de los niños, etc. para crear una necesidad y motivación del posterior aprendizaje formal de la lectoescritura. Pero en ningún caso se debe exigir, presionar o etiquetar a los niños y las familias para que alcancen un aprendizaje que no corresponde a su edad.

A pesar de nuestro conocimiento sobre estos datos, poco o nada hacemos al respecto. Es más, valoramos como positivo o un gran logro que un colegio nos «venda» que sus alumnos de Infantil acaban la etapa leyendo perfectamente. Los que trabajamos y vemos los libros de la Etapa Infantil de distintas editoriales, vemos que todos dan una enorme importancia a que los niños lean y escriban antes de terminar la Etapa. Además, la Etapa de Primaria está diseñada desde un primer momento, para lectores. Desde sus inicios, los libros de 1º de Primaria requieren que los niños sepan leer.

Como última reflexión, comentar que el único protagonista de la educación es el niño. Parece que hemos olvidado lo más importante.